Todo el contenido de este blog es privado,
todos los poemas y escritos son mios,
excepto los que yo aclare que no.
Si me plagias, te extrangulo.

domingo, 3 de enero de 2010

"Pareja Perfecta Parte 5"

Draco concluyó, con tono terminante, y permaneció en silencio, satisfecho, con los brazos cruzados y la vista fija en la chimenea, sonriendo marcadamente. Hermione parpadeó.

—Cuán... constructivo... —dijo. Draco la miró y sonrió aun más.

—Será una hazaña que se recordará por años... —afirmó— Se hablará de nuestra huída incluso hasta que mi preciosa Temis se case con un buen muchacho aprobado directamente por mi y por Lucien. Si... Nuestra escapada también será conocida como ‘La balada de Draco y Hermione’.

—Para que sea balada debe tener música... —apuntó Hermione.

—Pues alguien hará una canción contando nuestras aventuras... Pueden poner la anécdota de cuando nos sorprendió un guía del Louvre haciendo cosas sucias tras un tapiz...

—Malfoy, eso nunca... ¡Argh! Olvídalo... —gruñó resignada— ¿Y por qué ‘La balada de Draco y Hermione’, y no ‘La balada de Hermione y Draco’?

—Orden alfabético, amor...

Hermione rodó los ojos.

—Bueno, Malfoy... ya te divertiste suficiente. Ahora, vamos a tratar de borrar esta atroz conversación de nuestras mentes, y tú te irás a dormir, como habías dicho en un principio...

—Y tú vendrás a arroparme y te quedarás conmigo seleccionando lo que serviremos de comida en nuestra boda... ¿Sabes? No me decido si invitar a Crabbe y a Goyle... Podrían arruinar la fiesta... son muy brutos, no sé si lo habrías notado...

—¡Ya basta! Malfoy, creo que dejé que esto fuera muy lejos... Vete de una vez...

Draco abrió la boca y se llevó una mano al pecho, sorprendido y dolido.

—¿Así van a ser las cosas? —preguntó con voz fingidamente temblorosa— En realidad no me amas... Sólo me utilizas como juguete sexual ¿verdad? Sólo soy tu objeto de procreación...

—Malfoy...

—Sólo quieres usarme...

—Mira, yo...

—¡Yo no soy un trozo de carne! —gritó dramático. Hermione resopló.

—Ya sé que tú...

—Luego de esto, no sé si quiero casarme contigo. —sentenció cruzándose de brazos. Hermione estaba apunto de replicar algo, pero de se quedó sin habla al oír aquello último.

—Bien...—balbuceó— Bien... yo... yo tampoco quiero casarme contigo... de todas formas... —Draco alzó la cabeza con dignidad, ofendido— Sabes qué, Malfoy, eres un idiota... ¿Tú no quieres casarte conmigo? Te estoy diciendo desde que comenzó esta absurda conversación que yo no quiero casarme contigo...

—Hablas desde el despecho —dijo Draco entornando los ojos.

—Si claro... di lo que quieras, pero jamás encontrarás una mejor pretendiente que yo... —dijo Hermione, perdiendo la paciencia.

—Si, bueno... Y tú jamás encontrarás a alguien con el cabello tan hermoso y reluciente como el mío... —Hermione sonrió mordaz.

—Prefiero toda la vida el cabello de Harry antes que el tuyo —afirmó maliciosa. Draco abrió su boca y sus ojos en desconcierto e indignación.

—¡Se acabó! —declaró— ¡Quiero el divorcio! —Hermione parpadeó confundida.

—¡Pides el divorcio sólo por una estúpida pelea de cabellos?—preguntó furiosa— Pues ya veo cuánto te importa que nuestro matrimonio fun... —se paró en seco— Merlín... ¿qué estoy diciendo? Malfoy... ¡NO ESTAMOS CASADOS Y JAMÁS LO ESTAREMOS!

—No después de tu amoroso comentario —dijo Draco, aun dolido. Hermione se tapó la cara con las manos.

—Mira... No sé qué demonios te sucede hoy... pero creo que ya fue suficiente de...

—Entiendo lo que quieres decir... —interrumpió Draco sonriendo— Y por supuesto que te disculpo, amor... —Hermione volvió a rodar los ojos.

—No te pedí disculpas —dijo exasperada.

—Porque eres muy orgullosa... pero sé que es lo que querías decir...

—No quería decir eso... —dijo Hermione lastimeramente.

—Muy bien, amor... si te hace bien creer eso... —susurró Draco con dulzura. Hermione volvió a ahogar un grito.

—Eres la única persona que logra agotarme sólo hablando—dijo.

—Si, lo sé... —acordó Draco petulante mientras se corría el pelo de la frente— soy asombroso...

—Eres tan insoportable... —dijo Hermione cansinamente mientras se recostaba contra el respaldo del sillón. Draco soltó una risa y se acercó a ella.

—Pero me amas... ¿verdad, preciosa? —preguntó entornando los ojos y sonriéndole irresistiblemente. Hermione, ya resignada, suspiró.

—Si,Draco... —le dijo en tono monótono— Te amo y vamos a casarnos y a tener quince hijos... —Draco alzó una ceja.

—No necesitas ser tan sarcástica... —dijo molesto. Hermione resopló.

—¿Y qué quieres entonces? —preguntó harta. Draco sonrió.

—¿Esa pregunta significa que cumplirás todos mis deseos? Porque, a decir verdad, siempre he tenido esta fantasía en la que estamos en la biblioteca y tu estás desnuda, pero tienes un libro en las manos que te cubre los...

—¡Merlín, Malfoy! Es que... ¿es qué piensas seguir así toda la noche?

—O hasta que aceptes que tu y yo formamos la pareja perfecta, lo que pase primero —respondió Draco sonriendo. Hermione frunció el entrecejo.

—Bien... Tú y yo... formamos la pareja perfecta —dijo a regañadientes. Draco asintió complacido.

—Excelente—dijo—. Excelente —luego miró su reloj—. Será mejor que me vaya a dormir, amor... Mañana tengo entrenamiento de Quidditch... ¿Vendrás a alentarme, preciosa?

—Malfoy... Dijiste que pararías... —se quejó Hermione desesperada.

—Iba a hacerlo... —se excusó Draco encogiéndose de hombros— Pero entonces dijiste que tú y yo formamos la pareja perfecta... ¿Y quién soy yo para contradecir a Hermione Granger, la bruja más inteligente de Hogwarts?

—¡Pero lo dije para que te detuvieras!

—Ah... Lo irónico que es el destino... ¿verdad? —preguntó Draco con aire soñador.

—Mira, Malfoy... He sido muy indulgente contigo todo este tiempo, pero creo que ya fue suficiente. Si no dejas de decir estupideces y de llamarmeamor...

—¿Vas a invitar a los elfos domésticos a nuestra boda?

—Si. ¡NO! Malfoy, no va a haber...

Hermione debió interrumpirse de súbito cuando los labios de Draco aprisionaron los suyos. Se quedó absolutamente congelada, demasiado sorprendida como para actuar. Draco subió una mano y la posó con gentileza sobre una mejilla de la chica. Hermione intentó separarse, pero notó que sus brazos no le respondían, y advirtió, con horror, que sus ojos se cerraban en respuesta al placer. Draco corrió su mano y la metió bajo el pelo de Hermione, colocándola ahora en su nuca, atrayendo más su cabeza. Ella se dejó llevar, y accedió a las repentinas súplicas de la lengua del muchacho para que la dejara entrar a su boca. Entonces Draco gimió suavemente, y Hermione se vio por completo perdida...

Draco se alejó y contempló el rostro de Hermione, con los ojos aun cerrados, las mejillas sonrosadas, los labios húmedos, muriéndose por un poco más. Ella abrió suavemente los ojos y lo miró. Se sonrojó aun más y se limpió la saliva que había quedado en sus labios. Respirando con agitación, abrió la boca para tratar de decir algo, de gritarle, quizá... pero halló que no podía articular palabra. Draco sonrió al verla en ese estado. Se acercó una vez más a su rostro, y depositó un dulce y tierno beso en la comisura de los labios de la chica. Hermione sintió un escalofrío.

—Eso fue un adelanto de lo que te espera el resto de tu vida —dijo Draco sonriente mientras se levantaba del sillón—. Dulces sueños, amor —le deseó mientras subía la escalera hacia su dormitorio.


Fic creado por: Lianis (Fanfiction.net)

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